Sin duda las leyendas más conocidas son las que rodean al patrón de la ciudad,
San Juan de Sahagún. Según mis fuentes googleianas las más famosas son dos, que se han convertido a día de hoy en nombres de calles.
La calle Pozo Amarillo: en esta calle San Juan de Sahagún rescató a un niño de morir ahogado en un pozo haciendo milagrosamente que el agua subiera de nivel para que el niño pudiera alcanzar el cordón de su sotana y salir del mismo.
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El milagro del pozo
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La calle Tentenecio: Se dice que un toro bravo se escapó de su cuidador y corría como loco por las calles del centro de Salamanca aterrorizando, obviamente, a todo el que pasaba por la calle aquel soleado día. Pero el toro no sabía con quien se jugaba los cuartos, y cuando se cruzó con el Santo, éste lo redujo con un simple “Tente, necio”, que lo amansó inmediatamente. El toro no opuso resistencia ninguna al ser conducido de nuevo al corral.
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| El milagro del toro |
El predicador también consiguió que, tras años de luchas y batallas provocadas por la
disputa entre los dos bandos de Salamanca que luchaban por la hegemonía de a ciudad (El de Santo Tomé y el de San Benito) firmara un acuerdo de paz y concordia, terminando así con el derramamiento de sangre que por tantos años había sido el pan de cada día en la capital salmantina
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