lunes, 1 de abril de 2013

Salamanca Nocturna






Catedral Nueva de Salamanca. Impresionante como pocas, la Catedral Nueva de Salamanca se revela de noche. Este templo, que tenía como objetivo sustituir a la Vieja Catedral, se ha convertido junto con la Universidad de Salamanca en uno de los referentes de la ciudad.

 


Fray Luis de León. La estatua de Fray Luis de León contempla una plaza que durante la noche gana todo su esplendor. Perteneciente a la Escuela Salmantina, los restos del poeta español descansan en la Universidad, que fue fundada en 1218 por Alfonso IX de León.


 
 

Calle Compañía. En esta calle, lo mismo subes que lo mismo bajas. Lo mismo paseas de día, que se te echa la noche encima. Pero se mire por donde se mire, la es una llamada a encerrarte en la ciudad.

 
 

Calle Compañía. Salamanca no es una ciudad más de la Península. No se le pueden aplicar las mismas leyes; ni los mismos refranes. Aquello de «más vale solo que mal acompañado» pierde todo el sentido en esta calle. No se corten, agarren por la cintura a su pareja y disfruten del paseo.


La rana y la Universidad. ¿Quién no ha oído que en la fachada de la Universidad de Salamanca hay una rana? La leyenda dice que los estudiantes de Salamanca tenían que verla para aprobar, aunque algunos señalan que, al estar posada sobre una calavera, su verdadero significado guarda relación con la lujuria de todo aquel que pecaba.

 

Plaza Mayor. Considerada una de las plazas más bellas de Salamanca, es un rincón que sedujo al mismísimo Miguel de Unamuno que aseguró: «Es un cuadrilátero. Irregular, pero asombrosamente armónico».



Calle del Silencio. Salamanca guarda rincones que sólo se revelan por la noche. Callejeando cerca de la Catedral Nueva, la calle del Silencio da paso a la del Tostado, donde ya tenemos permiso para volver a hablar.


Los Dominicos o Monasterio de San Esteban Iniciada en 1524, es una de las impresionantes fachadas que esconde Salamanca. Las manos de cinco arquitectos, una decena de pintores, seis escultores, veintidós tallistas y más de ochocientos obreros y artesanos, cuidaron al detalle esta construcción que merece ser descubierta en la oscuridad de la noche que esconde Salamanca. Las manos de cinco arquitectos, una decena de pintores, seis escultores, veintidós tallistas y más de ochocientos obreros y artesanos, cuidaron al detalle esta construcción que merece ser descubierta en la oscuridad de la noche.


La casa de las conchas. Son 373 conchas las que adornan la fachada de este edificio, que esconde un patio donde el silencio marca el ritmo de los estudiantes que entran para estudiar en la biblioteca. La leyenda cuenta que debajo de cada una de las conchas hay una moneda de oro que don Rodrigo Maldonado de Talavera mandó construir hacia 1493



  

Salamanca ciudad de película. Sus calles han sido escenario de numerosas películas, y muchos actores de la talla Dennis Quaid o Sigourney Weaver han reconocido su extraordinaria belleza.






La Real Clerecía. El edificio de la Real Clerecía es conocido popularmente como La Clerecía de Salamanca. Poco más se puede añadir ante el clamor del pueblo después de más de 300 años en pie. Iglesia, colegio y residencia, son, desde 1940 parte de la Universidad Pontificia de Salamanca.

 

El Astronauta de la Catedral Nueva. Construida entre los siglos XVI y XVIII la catedral de Salamanca esconde sorpresas de todo tipo. Durante la restauración de 1992, el cantero Miguel Romero Jerónimo incorporó en la Puerta de Ramos, la figura de un astronauta, como homenaje al siglo XX.



sábado, 30 de marzo de 2013

Los Milagros de San Juan de Sahagún

Sin duda las leyendas más conocidas son las que rodean al patrón de la ciudad, San Juan de Sahagún. Según mis fuentes googleianas las más famosas son dos, que se han convertido a día de hoy en nombres de calles.

La calle Pozo Amarillo: en esta calle San Juan de Sahagún rescató a un niño de morir ahogado en un pozo haciendo milagrosamente que el agua subiera de nivel para que el niño pudiera alcanzar el cordón de su sotana y salir del mismo.
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El milagro del pozo
 
 La calle Tentenecio: Se dice que un toro bravo se escapó de su cuidador y corría como loco por las calles del centro de Salamanca aterrorizando, obviamente, a todo el que pasaba por la calle aquel soleado día. Pero el toro no sabía con quien se jugaba los cuartos, y cuando se cruzó con el Santo, éste lo redujo con un simple “Tente, necio”, que lo amansó inmediatamente. El toro no opuso resistencia ninguna al ser conducido de nuevo al corral.
El milagro del toro 
 
 
 
El predicador también consiguió que, tras años de luchas y batallas provocadas por la disputa entre los dos bandos de Salamanca que luchaban por la hegemonía de a ciudad (El de Santo Tomé y el de San Benito) firmara un acuerdo de paz y concordia, terminando así con el derramamiento de sangre que por tantos años había sido el pan de cada día en la capital salmantina